En este capítulo, el protagonista describe su pequeño planeta, que está rodeado por un anillo de asteroides y una luna rota. Hay un volcán, un árbol, un arroyo y algunas flores silvestres. El personaje se siente solo en su mundo, pero encuentra consuelo en las pequeñas cosas y en la naturaleza que lo rodea. El autor utiliza metáforas y analogías para transmitir ideas más profundas sobre la vida y la existencia. En última instancia, el personaje se da cuenta de que para reparar su mundo, necesita construir en lugar de simplemente esconderse.