Aún cuando lo hayas perdido todo, jamás pierda la fe porque Dios jamás te abandonará. Aunque murmuren de tu situación y sientas un inmenso dolor, no pierdas tu fe en el Señor.
Aún cuando lo hayas perdido todo, jamás pierda la fe porque Dios jamás te abandonará. Aunque murmuren de tu situación y sientas un inmenso dolor, no pierdas tu fe en el Señor.