Los microplásticos se generan a través de la degradación de plásticos más grandes, el desgaste de neumáticos, el lavado de fibras textiles y la fragmentación de productos plásticos. Estos diminutos fragmentos de plástico contaminan el medio ambiente y los océanos, dañan la vida marina al ser ingeridos y pueden entrar en la cadena alimentaria humana, planteando preocupaciones para la salud y la biodiversidad. La gestión de residuos y la reducción del uso de plásticos son esenciales para abordar este problema.