Durante la segunda república española, entre los años 30 y los 40 del siglo pasado, hubo una generación de poetas que aupó a las letras castellanas a cotas no igualadas. Se la conoce como generación del 27 y a su época como la edad de plata.

Después de estos poetas, algo más jóvenes, nació otro grupo que se ha dado en llamar la generación del 36. Entre ellos destaca la figura inigualable de Miguel Hernández, el poeta del pueblo. Un hombre hecho a sí mismo que escribía sus versos rodeado de cabras. Una persona íntegra que nació pobre y murió más pobre todavía.

Vivió la república y la guerra civil y padeció cárceles despiadadas hasta su muerte que le llegó muy pronto. Aún así hoy su figura se sitúa a la misma altura que los mejores poetas de la historia de la literatura. Hoy la escafandra 2020 quiere rendir un sentido homenaje a un poeta inigualable capaz de emocionar todavía con los versos que le nacieron del alma y que murió a causa de la intolerancia y la indiferencia.