El Señor nos llama a asistir al necesitado, al que está pasando malos momentos y es nuestra oportunidad de mostrar la misma misericordia con la que el Padre nos trata a nosotros
El Señor nos llama a asistir al necesitado, al que está pasando malos momentos y es nuestra oportunidad de mostrar la misma misericordia con la que el Padre nos trata a nosotros