En la homilía se mencionan tres temas. De la primera lectura se aborda el tema de la misión del profeta: anunciar la palabra de Dios, y denunciar todo aquello que contradiga la voluntad de Dios. De la segunda lectura se afirma la conveniencia de permanecer soltero. Del evangelio aprendemos que Cristo nos quiere librar de insidias y perversidades del demonio. La mejor fórmula para protegerse de las malas influencias de satanás es vivir en la gracia de Dios.