Comer con los publicanos y pecadores era algo inaudito para los fariseos, sin embargo en Jesús es un acto misericordioso, come con ellos rompiendo las discriminaciones creadas por el egoísmo humano muchas veces atribuidas a Dios.
Comer con los publicanos y pecadores era algo inaudito para los fariseos, sin embargo en Jesús es un acto misericordioso, come con ellos rompiendo las discriminaciones creadas por el egoísmo humano muchas veces atribuidas a Dios.