Muchas veces no escuchamos a Dios y creemos que nos ha abandonado. Sinembargo no es así el está siempre presente, debemos aguardar y su silencio también es una respuesta, porque no es el tiempo de nosotros, ni nuestra angustia lo que hace que las cosas se muevan es su voluntad de Dios lo que hace que todo ocurra y cuando guarda silencio también es una respuesta, debemos comprenderla y hacerla nuestra, sin reparos, ni juzgamientos. El Señor sabe cuando y cómo, nosotros solo debemos confiar y orar, la Fé viene de la relación estrecha con Dios, y el camino es la oración, no entendamos la Fé como una moneda de cambio.