Escribe de tu mano un Salmo de agradecimiento a Dios y leelo todos los días, que Nuestro Señor escuche tú voz dando gracias, será de todo su agrado convierte esos sentimientos en versos o cánticos, haz que nuestro Padre Celestial escuche lo que compone tu corazón, en el amor con el que tú das gracias, allí estará la clave de tu felicidad no permitas que las situaciones de vida te alejen del amar a Dios. Recuerda que Él permite que sea puesta a prueba tu fidelidad y entrega para darte mayores alegrías y responsabilidades, de tu correcta adoración y control están dadas las recompensas, Él te hará triunfar y pasar por las pruebas más terribles si estás abrazado a tu fe y a su amor.