La batalla del primer Huachi fue sangrienta, y poco faltó para que los patriotas lograran la victoria sobre un enemigo muy superior en honbres y en armas.
Desgraciadamente la victoria no estuvo junto a los patriotas en ese trágico 22 de noviembre de 1820. En medio del fragor de una lucha que podia favorecerlos, malas disposiciones estratégicas trajeron como consecuencia la derrota.