Montados a caballos o mulas en largas jornadas, los jesuitas ingresaron los primeros libros, enseñaron a leer y formaron las primeras bibliotecas. Desde entonces, en este desierto nunca ha faltado el papel y la tinta.
Montados a caballos o mulas en largas jornadas, los jesuitas ingresaron los primeros libros, enseñaron a leer y formaron las primeras bibliotecas. Desde entonces, en este desierto nunca ha faltado el papel y la tinta.