No somos nosotras. Son ustedes que creen que las mujeres nos prendemos como un switch. O que con 20 segundos de besos mediocres, estamos listas para que nos taladren como delfines en brama, o para que nos trepen encima de ustedes mientras nos ven con cara de certificado de secundaria. No, no nos gustó, y ya es hora de que lo sepan.