No basta solo con ser oidores olvidadizos. Hay que poner en acción lo aprendido, y saber que Cristo ya venció. Nuestras tribulaciones tienen fecha de caducidad.
No basta solo con ser oidores olvidadizos. Hay que poner en acción lo aprendido, y saber que Cristo ya venció. Nuestras tribulaciones tienen fecha de caducidad.