En la vida vamos a conocer personas buenas y malas, pero desafortunadamente dentro del cristianismo también y desafortunadamente es donde más lastimados salimos, pues nadie espera que la gente que dice amar a Dios; destruya y lo peor es que muchas veces lo hacen con alevosía y ventaja. Duele y duele mucho, y no queda de otra que alejarte, orar por tu corazón y empezar a sanar. Alejarte de personas tóxicas, se vale, no está mal elegir tu paz interior.