La mayoría de nosotros hemos escuchado la historia de un hombre llamado Sansón, y su extraordinaria fuerza. Sansón tuvo una vida licenciosa y de pecado, con una última victoria al final de su vida. Yo no quiero eso para mi vida; yo quiero que mi familia sea testigo de mis batallas y victorias como ejemplo. Yo no quiero ser como Sansón.