Nuestro acelerado ritmo de vida nos genera estrés como nunca, lo que trae cientos de consecuencias negativas tanto a nivel psicológico, como físico, por ejemplo, el vivir con prisa nos puede llevar a padecer ansiedad y depresión, lo cual reduce considerablemente nuestro rendimiento físico y mental. Las personas hoy en día quieren crecer de manera acelerada para luego anhelar esa infancia perdida, trabajan fuertemente para luego perder su esfuerzo tratando de pagar las cuentas de medicamentos para recuperar la buena salud que alguna vez tuvieron y nunca supieron disfrutar.

Hoy en el podcast hablamos de Pan, música y arte ... y vemos como podemos des-acelerar el ritmo de vida. 

JC