Esto es un friendly reminder que hay cosas que se te escapan de las manos y eso está bien. Hay cosas, actitudes y situaciones que no están bajo tu control y tratando de controlarlas simplemente te desgastas. Si le quitas el enfoque a lo que no está bajo tu control y te enfocas en lo que realmente puedes controlar empiezas a tener más paz mental. Esto aplica para todo en la vida, pero aquí nos enfocamos en específicamente las relaciones afectivas.