Ningún otro Mensaje podrá realizar el Programa que
Dios había reservado para el fin del tiempo.
Porque la Palabra de Dios es viva y eficaz; por eso
hará aquello para lo cual Dios la ha enviado. Que esta
Palabra se haga carne en su vida: Ámela y grábela en su
alma, en su corazón.
SU SERVIDOR:
MIGUEL BERMÚDEZ MARÍN
MISIONERO INTERNACIONAL