Trump decidió patear la mesa donde estaba ordenada toda la configuración imperialista mundial, con todas sus instituciones, alianzas, acuerdos comerciales y complejos equilibrios de poder. Con la intención de volver a fortalecer el alicaído rol hegemónico de Estados Unidos provocó un terremoto que está derrumbando lo que había quedado en pie del viejo orden mundial de post guerra y los pilares de la globalización neoliberal de los 90. Mientras tanto, la crisis sistémica que explotó en 2008 sigue su curso y crece la extrema derecha y la polarización social, lo que vuelve más actual que nunca la alternativa Socialismo o Barbarie.

Nota de Alejandro Bodart, publicada en la edición de mayo de 2025 de la revista Revolución Permanente.

Voz en off: Lucas González Freytes.