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Números 29: La bendición de la humillación voluntaria.
Números 29: La bendición de la humillación voluntaria.
Números 29:1, 7, 12, 35 RVA2015:
1 “El primer día del mes séptimo tendrán una asamblea sagrada; no harán ningún trabajo laboral. Este será para ustedes día de tocar las trompetas con estrépito.
7 “El diez del mes séptimo tendrán una asamblea sagrada y se humillarán a ustedes mismos. No harán ningún trabajo.
12 “El día quince del mes séptimo tendrán asamblea sagrada. No harán ningún trabajo laboral y celebrarán fiesta al SEÑOR durante siete días.
35 “El octavo día tendrán asamblea festiva. No harán ningún trabajo laboral. Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todo lo que el SEÑOR le había mandado.
---------------------------------------
Como ya lo leímos, hay fiestas en todo el séptimo mes. En el séptimo mes se celebran varias de las fiestas con celebraciones especiales muy significativas.
Esta fiesta conmemora el inicio del año judío conforme al calendario sagrado. Por eso se celebra en el séptimo mes, calendario civil. En ese día se tocan fuertemente las trompetas sobre todo el territorio judío para que todo el mundo detenga sus labores cotidianas y dediquen este mes para celebrar.
El propósito es comenzar el año sagrado con una actitud de humillación voluntaria.
En el primer día se trae holocaustos y ofrendas como inicio de la festividad. Es la fiesta de las trompetas.
Al décimo día se hace un llamado al pueblo, y todos se reúnen para traer ofrendas especiales y humillarse ante el Señor. Es el día de expiación, donde se hace un llamado a una acción de humillación nacional.
Cinco días después, se celebra la fiesta de los tabernáculos.
¡Qué importante es tener una rutina delante de Dios para presentarnos con una actitud de humillación voluntaria! Los judíos practicantes de su fe celebran, hasta el día de hoy, este día para iniciar su año pidiendo perdón a los que han ofendido, reconociendo actitudes erróneas que hayan tenido y reflexionando en las cosas que deben dejar atrás y comenzar un año mejor.
De la misma manera, hoy quisiera que reflexionemos en esta acción de humillación voluntaria, que tengamos esa actitud de madurez espiritual y de humildad para reconocer que debemos continuamente hacer una auto reflexión de nuestro andar, de cómo estamos llevando nuestras vidas, cómo reaccionamos ante las pruebas, sobre los malentendidos con nuestro prójimo, nuestro comportamiento en el hogar con nuestro familia, cómo estamos sirviendo al Señor y si estamos poniendo en acción nuestros dones que Dios ha puesto por medio de su Santo Espíritu en nuestras vidas.
Deseo con mi corazón que podamos hacer esto de seguido. No esperar hasta el fin de año, en la reunión especial en la iglesia, o esperar hasta la próxima celebración de la santa cena, o cuando estemos metidos en algún problema grande y reconocemos que hemos estado obrando injustamente contra alguien o hemos estado haciendo algo que desagrada a Dios.
Espero que esta reflexión nos impulse a tomar la iniciativa de venir ante el Señor en un acto de confesión, reconociendo nuestros errores, y pedirle al Señor que nos revele las cosas donde nos estamos equivocando y qué debemos mejorar, como dijo David en el Salmo 19:12: “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.”
Recordemos que la fórmula para que Dios escuche nuestras oraciones y nos bendiga es: venir ante Él con un corazón humillado, sensible a la voz de Dios y dispuesto a recibir los consejos de la palabra del Señor, como dice Salmo 51:17: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado no desprecias tú, oh Dios.”
El Señor Jesucristo nos enseñó este principio en Mateo 23:12: “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” Es mejor humillarnos de forma voluntaria que esperar a que la arrogancia y el orgullo nos lleve al punto de humillación por consecuencias de nuestros malos actos.
Soy tu amigo Eduardo Rodríguez. Que el Señor Jesucristo reciba tu humilde oración, de un corazón totalmente entregado a Su voluntad.
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Numbers 29: The blessing of voluntary humiliation.
Numbers 29: 1, 7, 12, 35:
1 ‘And in the seventh month, on the first day of the month, you shall have a holy convocation. You shall do no customary work. For you it is a day of blowing the trumpets.
7 ‘On the tenth day of this seventh month you shall have a holy convocation. You shall afflict your souls; you shall not do any work.
12 ‘On the fifteenth day of the seventh month you shall have a holy convocation. You shall do no customary work, and you shall keep a feast to the Lord seven days.
35 ‘On the eighth day you shall have a sacred assembly. You shall do no customary work.
---------------------------------------
As we already read, there are festivals throughout the seventh month. In the seventh month several of the festivals are celebrated with very significant special celebrations.
This holiday commemorates the beginning of the Jewish year according to the sacred calendar. That is why it is celebrated in the seventh month, civil calendar. On that day the trumpets are blown loudly over the entire Jewish territory so that everyone stops their daily work and dedicates this month to celebrate.
The purpose is to start the sacred year with an attitude of voluntary humiliation.
On the first day burnt offerings and offerings are brought as the beginning of the festival. It is the Feast of Trumpets.
On the tenth day a call is made to the people, and everyone gathers to bring special offerings and humble themselves before the Lord. It is the Day of Atonement, where a call to action of national humiliation is made.
Five days later, the Feast of Tabernacles is celebrated.
How important it is to have a routine before God to present ourselves with an attitude of voluntary humiliation! Practicing Jews of their faith celebrate, to this day, this day to start their year asking for forgiveness from those who have offended, recognizing wrong attitudes they have had and reflecting on the things they must leave behind and start a better year.
In the same way, today I would like us to reflect on this act of voluntary humiliation, that we have that attitude of spiritual maturity and humility to recognize that we must continually reflect on our own path, how we are leading our lives, how we react to trials, about the misunderstandings with our neighbor, our behavior at home with our family, how we are serving the Lord and if we are putting into action our gifts that God has placed through His Holy Spirit in our lives.
I wish with my heart that we can do this often. Not waiting until the end of the year, at the special meeting at church, or waiting until the next sacrament celebration, or when we're in some big trouble and realize we've been wronging someone or doing something that displeases God.
I hope that this reflection encourages us to take the initiative to come before the Lord in an act of confession, acknowledging our mistakes, and asking the Lord to reveal to us the things where we are wrong and what we need to improve, as David said in Psalm 19:12: “Who can understand his errors? Cleanse me from secret faults.”
Let us remember that the formula for God to hear our prayers and bless us is: come before Him with a humbled heart, sensitive to the voice of God and willing to receive the advice of the word of the Lord, as Psalm 51:17 says: “The sacrifices of God are a broken spirit, a broken and a contrite heart— These, O God, You will not despise.”
The Lord Jesus Christ taught us this principle in Matthew 23:12: "And whoever exalts himself will be humbled, and he who humbles himself will be exalted.” It is better to humiliate ourselves voluntarily than to wait for arrogance and pride to bring us to the point of humiliation due to the consequences of our bad acts.
I am your friend Eduardo Rodríguez May the Lord Jesus Christ receive your humble prayer, from a heart totally surrendered to His will.
#Numeros #Numeros29
#IglesiaElReino #KingdomChurch #IPUH
#HogaresDePacto #HogaresDePactoPodcast #PastorCarlos #CarlosRodriguez #EduardoRodriguez
Números 29:1, 7, 12, 35 RVA2015:
1 “El primer día del mes séptimo tendrán una asamblea sagrada; no harán ningún trabajo laboral. Este será para ustedes día de tocar las trompetas con estrépito.
7 “El diez del mes séptimo tendrán una asamblea sagrada y se humillarán a ustedes mismos. No harán ningún trabajo.
12 “El día quince del mes séptimo tendrán asamblea sagrada. No harán ningún trabajo laboral y celebrarán fiesta al SEÑOR durante siete días.
35 “El octavo día tendrán asamblea festiva. No harán ningún trabajo laboral. Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todo lo que el SEÑOR le había mandado.
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Como ya lo leímos, hay fiestas en todo el séptimo mes. En el séptimo mes se celebran varias de las fiestas con celebraciones especiales muy significativas.
Esta fiesta conmemora el inicio del año judío conforme al calendario sagrado. Por eso se celebra en el séptimo mes, calendario civil. En ese día se tocan fuertemente las trompetas sobre todo el territorio judío para que todo el mundo detenga sus labores cotidianas y dediquen este mes para celebrar.
El propósito es comenzar el año sagrado con una actitud de humillación voluntaria.
En el primer día se trae holocaustos y ofrendas como inicio de la festividad. Es la fiesta de las trompetas.
Al décimo día se hace un llamado al pueblo, y todos se reúnen para traer ofrendas especiales y humillarse ante el Señor. Es el día de expiación, donde se hace un llamado a una acción de humillación nacional.
Cinco días después, se celebra la fiesta de los tabernáculos.
¡Qué importante es tener una rutina delante de Dios para presentarnos con una actitud de humillación voluntaria! Los judíos practicantes de su fe celebran, hasta el día de hoy, este día para iniciar su año pidiendo perdón a los que han ofendido, reconociendo actitudes erróneas que hayan tenido y reflexionando en las cosas que deben dejar atrás y comenzar un año mejor.
De la misma manera, hoy quisiera que reflexionemos en esta acción de humillación voluntaria, que tengamos esa actitud de madurez espiritual y de humildad para reconocer que debemos continuamente hacer una auto reflexión de nuestro andar, de cómo estamos llevando nuestras vidas, cómo reaccionamos ante las pruebas, sobre los malentendidos con nuestro prójimo, nuestro comportamiento en el hogar con nuestro familia, cómo estamos sirviendo al Señor y si estamos poniendo en acción nuestros dones que Dios ha puesto por medio de su Santo Espíritu en nuestras vidas.
Deseo con mi corazón que podamos hacer esto de seguido. No esperar hasta el fin de año, en la reunión especial en la iglesia, o esperar hasta la próxima celebración de la santa cena, o cuando estemos metidos en algún problema grande y reconocemos que hemos estado obrando injustamente contra alguien o hemos estado haciendo algo que desagrada a Dios.
Espero que esta reflexión nos impulse a tomar la iniciativa de venir ante el Señor en un acto de confesión, reconociendo nuestros errores, y pedirle al Señor que nos revele las cosas donde nos estamos equivocando y qué debemos mejorar, como dijo David en el Salmo 19:12: “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.”
Recordemos que la fórmula para que Dios escuche nuestras oraciones y nos bendiga es: venir ante Él con un corazón humillado, sensible a la voz de Dios y dispuesto a recibir los consejos de la palabra del Señor, como dice Salmo 51:17: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado no desprecias tú, oh Dios.”
El Señor Jesucristo nos enseñó este principio en Mateo 23:12: “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” Es mejor humillarnos de forma voluntaria que esperar a que la arrogancia y el orgullo nos lleve al punto de humillación por consecuencias de nuestros malos actos.
Soy tu amigo Eduardo Rodríguez. Que el Señor Jesucristo reciba tu humilde oración, de un corazón totalmente entregado a Su voluntad.
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Numbers 29: The blessing of voluntary humiliation.
Numbers 29: 1, 7, 12, 35:
1 ‘And in the seventh month, on the first day of the month, you shall have a holy convocation. You shall do no customary work. For you it is a day of blowing the trumpets.
7 ‘On the tenth day of this seventh month you shall have a holy convocation. You shall afflict your souls; you shall not do any work.
12 ‘On the fifteenth day of the seventh month you shall have a holy convocation. You shall do no customary work, and you shall keep a feast to the Lord seven days.
35 ‘On the eighth day you shall have a sacred assembly. You shall do no customary work.
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As we already read, there are festivals throughout the seventh month. In the seventh month several of the festivals are celebrated with very significant special celebrations.
This holiday commemorates the beginning of the Jewish year according to the sacred calendar. That is why it is celebrated in the seventh month, civil calendar. On that day the trumpets are blown loudly over the entire Jewish territory so that everyone stops their daily work and dedicates this month to celebrate.
The purpose is to start the sacred year with an attitude of voluntary humiliation.
On the first day burnt offerings and offerings are brought as the beginning of the festival. It is the Feast of Trumpets.
On the tenth day a call is made to the people, and everyone gathers to bring special offerings and humble themselves before the Lord. It is the Day of Atonement, where a call to action of national humiliation is made.
Five days later, the Feast of Tabernacles is celebrated.
How important it is to have a routine before God to present ourselves with an attitude of voluntary humiliation! Practicing Jews of their faith celebrate, to this day, this day to start their year asking for forgiveness from those who have offended, recognizing wrong attitudes they have had and reflecting on the things they must leave behind and start a better year.
In the same way, today I would like us to reflect on this act of voluntary humiliation, that we have that attitude of spiritual maturity and humility to recognize that we must continually reflect on our own path, how we are leading our lives, how we react to trials, about the misunderstandings with our neighbor, our behavior at home with our family, how we are serving the Lord and if we are putting into action our gifts that God has placed through His Holy Spirit in our lives.
I wish with my heart that we can do this often. Not waiting until the end of the year, at the special meeting at church, or waiting until the next sacrament celebration, or when we're in some big trouble and realize we've been wronging someone or doing something that displeases God.
I hope that this reflection encourages us to take the initiative to come before the Lord in an act of confession, acknowledging our mistakes, and asking the Lord to reveal to us the things where we are wrong and what we need to improve, as David said in Psalm 19:12: “Who can understand his errors? Cleanse me from secret faults.”
Let us remember that the formula for God to hear our prayers and bless us is: come before Him with a humbled heart, sensitive to the voice of God and willing to receive the advice of the word of the Lord, as Psalm 51:17 says: “The sacrifices of God are a broken spirit, a broken and a contrite heart— These, O God, You will not despise.”
The Lord Jesus Christ taught us this principle in Matthew 23:12: "And whoever exalts himself will be humbled, and he who humbles himself will be exalted.” It is better to humiliate ourselves voluntarily than to wait for arrogance and pride to bring us to the point of humiliation due to the consequences of our bad acts.
I am your friend Eduardo Rodríguez May the Lord Jesus Christ receive your humble prayer, from a heart totally surrendered to His will.
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By PODERcaster. Eduardo RodríguezNúmeros 29: La bendición de la humillación voluntaria.
Números 29:1, 7, 12, 35 RVA2015:
1 “El primer día del mes séptimo tendrán una asamblea sagrada; no harán ningún trabajo laboral. Este será para ustedes día de tocar las trompetas con estrépito.
7 “El diez del mes séptimo tendrán una asamblea sagrada y se humillarán a ustedes mismos. No harán ningún trabajo.
12 “El día quince del mes séptimo tendrán asamblea sagrada. No harán ningún trabajo laboral y celebrarán fiesta al SEÑOR durante siete días.
35 “El octavo día tendrán asamblea festiva. No harán ningún trabajo laboral. Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todo lo que el SEÑOR le había mandado.
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Como ya lo leímos, hay fiestas en todo el séptimo mes. En el séptimo mes se celebran varias de las fiestas con celebraciones especiales muy significativas.
Esta fiesta conmemora el inicio del año judío conforme al calendario sagrado. Por eso se celebra en el séptimo mes, calendario civil. En ese día se tocan fuertemente las trompetas sobre todo el territorio judío para que todo el mundo detenga sus labores cotidianas y dediquen este mes para celebrar.
El propósito es comenzar el año sagrado con una actitud de humillación voluntaria.
En el primer día se trae holocaustos y ofrendas como inicio de la festividad. Es la fiesta de las trompetas.
Al décimo día se hace un llamado al pueblo, y todos se reúnen para traer ofrendas especiales y humillarse ante el Señor. Es el día de expiación, donde se hace un llamado a una acción de humillación nacional.
Cinco días después, se celebra la fiesta de los tabernáculos.
¡Qué importante es tener una rutina delante de Dios para presentarnos con una actitud de humillación voluntaria! Los judíos practicantes de su fe celebran, hasta el día de hoy, este día para iniciar su año pidiendo perdón a los que han ofendido, reconociendo actitudes erróneas que hayan tenido y reflexionando en las cosas que deben dejar atrás y comenzar un año mejor.
De la misma manera, hoy quisiera que reflexionemos en esta acción de humillación voluntaria, que tengamos esa actitud de madurez espiritual y de humildad para reconocer que debemos continuamente hacer una auto reflexión de nuestro andar, de cómo estamos llevando nuestras vidas, cómo reaccionamos ante las pruebas, sobre los malentendidos con nuestro prójimo, nuestro comportamiento en el hogar con nuestro familia, cómo estamos sirviendo al Señor y si estamos poniendo en acción nuestros dones que Dios ha puesto por medio de su Santo Espíritu en nuestras vidas.
Deseo con mi corazón que podamos hacer esto de seguido. No esperar hasta el fin de año, en la reunión especial en la iglesia, o esperar hasta la próxima celebración de la santa cena, o cuando estemos metidos en algún problema grande y reconocemos que hemos estado obrando injustamente contra alguien o hemos estado haciendo algo que desagrada a Dios.
Espero que esta reflexión nos impulse a tomar la iniciativa de venir ante el Señor en un acto de confesión, reconociendo nuestros errores, y pedirle al Señor que nos revele las cosas donde nos estamos equivocando y qué debemos mejorar, como dijo David en el Salmo 19:12: “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.”
Recordemos que la fórmula para que Dios escuche nuestras oraciones y nos bendiga es: venir ante Él con un corazón humillado, sensible a la voz de Dios y dispuesto a recibir los consejos de la palabra del Señor, como dice Salmo 51:17: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado no desprecias tú, oh Dios.”
El Señor Jesucristo nos enseñó este principio en Mateo 23:12: “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” Es mejor humillarnos de forma voluntaria que esperar a que la arrogancia y el orgullo nos lleve al punto de humillación por consecuencias de nuestros malos actos.
Soy tu amigo Eduardo Rodríguez. Que el Señor Jesucristo reciba tu humilde oración, de un corazón totalmente entregado a Su voluntad.
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Numbers 29: The blessing of voluntary humiliation.
Numbers 29: 1, 7, 12, 35:
1 ‘And in the seventh month, on the first day of the month, you shall have a holy convocation. You shall do no customary work. For you it is a day of blowing the trumpets.
7 ‘On the tenth day of this seventh month you shall have a holy convocation. You shall afflict your souls; you shall not do any work.
12 ‘On the fifteenth day of the seventh month you shall have a holy convocation. You shall do no customary work, and you shall keep a feast to the Lord seven days.
35 ‘On the eighth day you shall have a sacred assembly. You shall do no customary work.
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As we already read, there are festivals throughout the seventh month. In the seventh month several of the festivals are celebrated with very significant special celebrations.
This holiday commemorates the beginning of the Jewish year according to the sacred calendar. That is why it is celebrated in the seventh month, civil calendar. On that day the trumpets are blown loudly over the entire Jewish territory so that everyone stops their daily work and dedicates this month to celebrate.
The purpose is to start the sacred year with an attitude of voluntary humiliation.
On the first day burnt offerings and offerings are brought as the beginning of the festival. It is the Feast of Trumpets.
On the tenth day a call is made to the people, and everyone gathers to bring special offerings and humble themselves before the Lord. It is the Day of Atonement, where a call to action of national humiliation is made.
Five days later, the Feast of Tabernacles is celebrated.
How important it is to have a routine before God to present ourselves with an attitude of voluntary humiliation! Practicing Jews of their faith celebrate, to this day, this day to start their year asking for forgiveness from those who have offended, recognizing wrong attitudes they have had and reflecting on the things they must leave behind and start a better year.
In the same way, today I would like us to reflect on this act of voluntary humiliation, that we have that attitude of spiritual maturity and humility to recognize that we must continually reflect on our own path, how we are leading our lives, how we react to trials, about the misunderstandings with our neighbor, our behavior at home with our family, how we are serving the Lord and if we are putting into action our gifts that God has placed through His Holy Spirit in our lives.
I wish with my heart that we can do this often. Not waiting until the end of the year, at the special meeting at church, or waiting until the next sacrament celebration, or when we're in some big trouble and realize we've been wronging someone or doing something that displeases God.
I hope that this reflection encourages us to take the initiative to come before the Lord in an act of confession, acknowledging our mistakes, and asking the Lord to reveal to us the things where we are wrong and what we need to improve, as David said in Psalm 19:12: “Who can understand his errors? Cleanse me from secret faults.”
Let us remember that the formula for God to hear our prayers and bless us is: come before Him with a humbled heart, sensitive to the voice of God and willing to receive the advice of the word of the Lord, as Psalm 51:17 says: “The sacrifices of God are a broken spirit, a broken and a contrite heart— These, O God, You will not despise.”
The Lord Jesus Christ taught us this principle in Matthew 23:12: "And whoever exalts himself will be humbled, and he who humbles himself will be exalted.” It is better to humiliate ourselves voluntarily than to wait for arrogance and pride to bring us to the point of humiliation due to the consequences of our bad acts.
I am your friend Eduardo Rodríguez May the Lord Jesus Christ receive your humble prayer, from a heart totally surrendered to His will.
#Numeros #Numeros29
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Números 29:1, 7, 12, 35 RVA2015:
1 “El primer día del mes séptimo tendrán una asamblea sagrada; no harán ningún trabajo laboral. Este será para ustedes día de tocar las trompetas con estrépito.
7 “El diez del mes séptimo tendrán una asamblea sagrada y se humillarán a ustedes mismos. No harán ningún trabajo.
12 “El día quince del mes séptimo tendrán asamblea sagrada. No harán ningún trabajo laboral y celebrarán fiesta al SEÑOR durante siete días.
35 “El octavo día tendrán asamblea festiva. No harán ningún trabajo laboral. Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todo lo que el SEÑOR le había mandado.
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Como ya lo leímos, hay fiestas en todo el séptimo mes. En el séptimo mes se celebran varias de las fiestas con celebraciones especiales muy significativas.
Esta fiesta conmemora el inicio del año judío conforme al calendario sagrado. Por eso se celebra en el séptimo mes, calendario civil. En ese día se tocan fuertemente las trompetas sobre todo el territorio judío para que todo el mundo detenga sus labores cotidianas y dediquen este mes para celebrar.
El propósito es comenzar el año sagrado con una actitud de humillación voluntaria.
En el primer día se trae holocaustos y ofrendas como inicio de la festividad. Es la fiesta de las trompetas.
Al décimo día se hace un llamado al pueblo, y todos se reúnen para traer ofrendas especiales y humillarse ante el Señor. Es el día de expiación, donde se hace un llamado a una acción de humillación nacional.
Cinco días después, se celebra la fiesta de los tabernáculos.
¡Qué importante es tener una rutina delante de Dios para presentarnos con una actitud de humillación voluntaria! Los judíos practicantes de su fe celebran, hasta el día de hoy, este día para iniciar su año pidiendo perdón a los que han ofendido, reconociendo actitudes erróneas que hayan tenido y reflexionando en las cosas que deben dejar atrás y comenzar un año mejor.
De la misma manera, hoy quisiera que reflexionemos en esta acción de humillación voluntaria, que tengamos esa actitud de madurez espiritual y de humildad para reconocer que debemos continuamente hacer una auto reflexión de nuestro andar, de cómo estamos llevando nuestras vidas, cómo reaccionamos ante las pruebas, sobre los malentendidos con nuestro prójimo, nuestro comportamiento en el hogar con nuestro familia, cómo estamos sirviendo al Señor y si estamos poniendo en acción nuestros dones que Dios ha puesto por medio de su Santo Espíritu en nuestras vidas.
Deseo con mi corazón que podamos hacer esto de seguido. No esperar hasta el fin de año, en la reunión especial en la iglesia, o esperar hasta la próxima celebración de la santa cena, o cuando estemos metidos en algún problema grande y reconocemos que hemos estado obrando injustamente contra alguien o hemos estado haciendo algo que desagrada a Dios.
Espero que esta reflexión nos impulse a tomar la iniciativa de venir ante el Señor en un acto de confesión, reconociendo nuestros errores, y pedirle al Señor que nos revele las cosas donde nos estamos equivocando y qué debemos mejorar, como dijo David en el Salmo 19:12: “¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.”
Recordemos que la fórmula para que Dios escuche nuestras oraciones y nos bendiga es: venir ante Él con un corazón humillado, sensible a la voz de Dios y dispuesto a recibir los consejos de la palabra del Señor, como dice Salmo 51:17: “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado. Al corazón contrito y humillado no desprecias tú, oh Dios.”
El Señor Jesucristo nos enseñó este principio en Mateo 23:12: “Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.” Es mejor humillarnos de forma voluntaria que esperar a que la arrogancia y el orgullo nos lleve al punto de humillación por consecuencias de nuestros malos actos.
Soy tu amigo Eduardo Rodríguez. Que el Señor Jesucristo reciba tu humilde oración, de un corazón totalmente entregado a Su voluntad.
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Numbers 29: The blessing of voluntary humiliation.
Numbers 29: 1, 7, 12, 35:
1 ‘And in the seventh month, on the first day of the month, you shall have a holy convocation. You shall do no customary work. For you it is a day of blowing the trumpets.
7 ‘On the tenth day of this seventh month you shall have a holy convocation. You shall afflict your souls; you shall not do any work.
12 ‘On the fifteenth day of the seventh month you shall have a holy convocation. You shall do no customary work, and you shall keep a feast to the Lord seven days.
35 ‘On the eighth day you shall have a sacred assembly. You shall do no customary work.
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As we already read, there are festivals throughout the seventh month. In the seventh month several of the festivals are celebrated with very significant special celebrations.
This holiday commemorates the beginning of the Jewish year according to the sacred calendar. That is why it is celebrated in the seventh month, civil calendar. On that day the trumpets are blown loudly over the entire Jewish territory so that everyone stops their daily work and dedicates this month to celebrate.
The purpose is to start the sacred year with an attitude of voluntary humiliation.
On the first day burnt offerings and offerings are brought as the beginning of the festival. It is the Feast of Trumpets.
On the tenth day a call is made to the people, and everyone gathers to bring special offerings and humble themselves before the Lord. It is the Day of Atonement, where a call to action of national humiliation is made.
Five days later, the Feast of Tabernacles is celebrated.
How important it is to have a routine before God to present ourselves with an attitude of voluntary humiliation! Practicing Jews of their faith celebrate, to this day, this day to start their year asking for forgiveness from those who have offended, recognizing wrong attitudes they have had and reflecting on the things they must leave behind and start a better year.
In the same way, today I would like us to reflect on this act of voluntary humiliation, that we have that attitude of spiritual maturity and humility to recognize that we must continually reflect on our own path, how we are leading our lives, how we react to trials, about the misunderstandings with our neighbor, our behavior at home with our family, how we are serving the Lord and if we are putting into action our gifts that God has placed through His Holy Spirit in our lives.
I wish with my heart that we can do this often. Not waiting until the end of the year, at the special meeting at church, or waiting until the next sacrament celebration, or when we're in some big trouble and realize we've been wronging someone or doing something that displeases God.
I hope that this reflection encourages us to take the initiative to come before the Lord in an act of confession, acknowledging our mistakes, and asking the Lord to reveal to us the things where we are wrong and what we need to improve, as David said in Psalm 19:12: “Who can understand his errors? Cleanse me from secret faults.”
Let us remember that the formula for God to hear our prayers and bless us is: come before Him with a humbled heart, sensitive to the voice of God and willing to receive the advice of the word of the Lord, as Psalm 51:17 says: “The sacrifices of God are a broken spirit, a broken and a contrite heart— These, O God, You will not despise.”
The Lord Jesus Christ taught us this principle in Matthew 23:12: "And whoever exalts himself will be humbled, and he who humbles himself will be exalted.” It is better to humiliate ourselves voluntarily than to wait for arrogance and pride to bring us to the point of humiliation due to the consequences of our bad acts.
I am your friend Eduardo Rodríguez May the Lord Jesus Christ receive your humble prayer, from a heart totally surrendered to His will.
#Numeros #Numeros29
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