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El 19 de octubre de 1944, cuando la Wehrmacht alemana ya había sido expulsada del sur de Francia, entre 4000 y 7000 guerrilleros cruzaban la frontera con España dando inicio a la denominada Operación Reconquista. La recién creada División 204.ª entró en la península por el Valle de Arán y otras zonas del Pirineo para conquistar parte del territorio español para el gobierno de la República, por entonces en el exilio. Su objetivo era provocar un levantamiento contra Franco obligando a los aliados a liberar España, al igual que estaban haciendo con el resto de Europa. Pero la ofensiva fue repelida por el gran número de efectivos que el gobierno de Franco había trasladado a la zona, entre guardias civiles, policía armada y batallones del ejército de toda la región. El ejército guerrillero logró conquistar varios pueblos y aldeas, alzando la bandera republicana, llevando a cabo mítines antifranquistas en las plazas y controlando durante días parte de la frontera por donde entraron camiones con material y refuerzos. Sin embargo, desbordados por la desventaja numérica y material, nunca llegaron a ser una verdadera amenaza, por lo que finalmente se retiraron. El repliegue concluyó el 28 de octubre, cuando los últimos combatientes atravesaron la frontera francesa sin haber llegado a ver el ansiado levantamiento. Pero muchos guerrilleros siguieron en España luchando por un gobierno legítimo que ya no les apoyaba. Uno de ellos fue un lucense que estuvo 20 años en el monte y que acabó sus días siendo el último guerrillero antifranquista de España en morir con las botas puestas: Jose Luis Castro Veiga, O Piloto.
By Iván Fernández AmilEl 19 de octubre de 1944, cuando la Wehrmacht alemana ya había sido expulsada del sur de Francia, entre 4000 y 7000 guerrilleros cruzaban la frontera con España dando inicio a la denominada Operación Reconquista. La recién creada División 204.ª entró en la península por el Valle de Arán y otras zonas del Pirineo para conquistar parte del territorio español para el gobierno de la República, por entonces en el exilio. Su objetivo era provocar un levantamiento contra Franco obligando a los aliados a liberar España, al igual que estaban haciendo con el resto de Europa. Pero la ofensiva fue repelida por el gran número de efectivos que el gobierno de Franco había trasladado a la zona, entre guardias civiles, policía armada y batallones del ejército de toda la región. El ejército guerrillero logró conquistar varios pueblos y aldeas, alzando la bandera republicana, llevando a cabo mítines antifranquistas en las plazas y controlando durante días parte de la frontera por donde entraron camiones con material y refuerzos. Sin embargo, desbordados por la desventaja numérica y material, nunca llegaron a ser una verdadera amenaza, por lo que finalmente se retiraron. El repliegue concluyó el 28 de octubre, cuando los últimos combatientes atravesaron la frontera francesa sin haber llegado a ver el ansiado levantamiento. Pero muchos guerrilleros siguieron en España luchando por un gobierno legítimo que ya no les apoyaba. Uno de ellos fue un lucense que estuvo 20 años en el monte y que acabó sus días siendo el último guerrillero antifranquista de España en morir con las botas puestas: Jose Luis Castro Veiga, O Piloto.