El sentimiento de no poner a Dios primero durante tu día puede llegar a ser un sentimiento de profunda culpabilidad, para mí lo fue.... Sé que también en algún momento te ha pasado esto. La ley o la cultura religiosa que se nos ha enseñado por años te exige que cumplas requisitos para que seas aceptado, pero la gracia te recibe aún descalificado y no te deja igual. HOY podemos acercarnos confiadamente al trono De Dios aunque él no haya sido nuestra primera elección del día. Hablemos de Gracia y de la vida en el nuevo pacto. ¡Dale Play!

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