Octubre 12: Un clamor de confianza en tiempos de temor.

Salmos 27:1‭-‬14 RVA2015:
El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién me he de atemorizar? Cuando se acercaron a mí los malhechores, mis adversarios y mis enemigos para devorar mis carnes, tropezaron y cayeron. Aunque acampe un ejército contra mí, mi corazón no temerá. Aunque contra mí se levante guerra, aun así estaré confiado. Una cosa he pedido al SEÑOR; esta buscaré: que more yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del SEÑOR y para inquirir en su templo. Porque en su enramada me esconderá en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su tabernáculo; me pondrá en alto sobre una roca. Ahora levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, y en su tabernáculo ofreceré sacrificios de júbilo. Cantaré y entonaré salmos al SEÑOR.
Escucha, oh SEÑOR, mi voz con que clamo a ti. Ten misericordia de mí y respóndeme. Mi corazón ha dicho: “Busquen su rostro”. ¡Tu rostro buscaré, oh SEÑOR! No escondas de mí tu rostro; no apartes con ira a tu siervo. Tú has sido mi ayuda; no me dejes ni me desampares, oh Dios de mi salvación. Aunque mi padre y mi madre me dejen, con todo, el SEÑOR me recogerá. Enséñame, oh SEÑOR, tu camino; guíame por sendas de rectitud a causa de los que me son contrarios. No me entregues a la voluntad de mis adversarios, porque contra mí se han levantado testigos falsos que respiran violencia. ¡Oh, si yo no creyese que he de ver la bondad del SEÑOR en la tierra de los vivientes!
Espera en el SEÑOR. Esfuérzate y aliéntese tu corazón. ¡Sí, espera en el SEÑOR!


Cuando un ejército es derrotado y cuando una ciudad es invadida por los enemigos, los soldados y la población de esa ciudad van marchando con la cabeza mirando hacia abajo en señal de derrota y dolor.
En este caso el salmista nos muestra un cuadro diferente. En el momento que se encontró rodeado por los enemigos que estuvieron a punto de derrotarlo e invadirlo, el Señor le dio una victoria milagrosa sobre sus enemigos, tornando la batalla a favor de David y él es el que marcha con la cabeza en alto en señal de conquista y victoria sobre sus enemigos.

Si lees los libros de Samuel y Crónicas te vas a dar cuenta que el Señor hizo esto literalmente con David, permitiéndole ganar batallas que estaban casi perdidas pero David y sus soldados se encomendaban al Señor y peleaban en el nombre del Todopoderoso, derrotando ejércitos, especialmente cuando varios reyes se reunían para pelear contra David y el pueblo de Israel.
Si alguien nos puede enseñar sobre confiar en Dios en tiempos de temor y confusión, es David. Cuando él era un fugitivo escondido en una cueva o cuando ya era rey de Israel, David se encontró en situaciones donde pensaba que todo estaba perdido pero mantenía su confianza en el Señor y el Señor le revelaba planes militares para contrarrestar las fuerzas del enemigo y así David ganó muchas batallas.
Similar al verso 6, el Salmo 3 en el verso 3 hace referencia a la acción liberadora que el Señor hace a favor nuestro, levantando nuestra cabeza delante de todos los que nos han querido destruir.
Pero, ¿cuál fue el secreto de David? David procuraba estar siempre cerca del tabernáculo de Dios, ofrecía continuamente ofrendas al Señor, y se deleitaba cuando la nube de Dios descendía sobre el tabernáculo y David experimentaba fuertemente la presencia de Dios en su vida.
David buscó al Señor en todo momento y en todo lugar donde se encontraba; en el desierto, en las cuevas, y también cuando fue rey procuró estar cerca siempre de la presencia de Dios y le pedía a los sacerdotes que clamaran a Dios por dirección para que él pudiera ser un buen rey y dirigir al pueblo de Dios en justicia y rectitud.

Te animo a que busques la presencia de Dios como nunca antes, que tengas nuevas experiencias en Su presencia; y que...