Salmos 17:1‭-‬15 RVA2015:
Escucha, oh SEÑOR, una causa justa; atiende a mi clamor. Presta oído a mi oración que es de labios sin engaño. Proceda de tu presencia mi vindicación; vean tus ojos la rectitud. Tú has examinado mi corazón; me has visitado de noche. Me has probado y nada infame has hallado porque me he propuesto que mi boca no se exceda. En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios me he guardado de las sendas de los violentos. Mis pasos se han mantenido en tus caminos para que mis pies no resbalen. Yo te invoco, porque tú oirás, oh Dios. Inclina a mí tu oído; escucha mi palabra. Muestra tus maravillosos actos de misericordia, tú que, a los que confían, libras con tu diestra de los que se levantan contra ti. Guárdame como a la niña de tu ojo; escóndeme bajo la sombra de tus alas de la vista de los impíos que me oprimen, y de mis enemigos mortales que me rodean. Ellos están protegidos con su propio sebo; con su boca hablan con soberbia. Han rodeado nuestros pasos; sobre nosotros ponen sus ojos para echarnos por tierra. Se parecen al león que anhela la presa, o al cachorro de león que se agacha en secreto. ¡Levántate, oh SEÑOR! ¡Hazle frente! ¡Somételo! Con tu espada libra mi alma de los impíos. Oh SEÑOR, líbrame con tu mano de los hombres, de los hombres de este mundo cuya parte está en esta vida; cuyos vientres llenas con tus tesoros, cuyos hijos se sacian y aun dejan para sus pequeños. En cuanto a mí, en justicia veré tu rostro; quedaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.


Quiero que el día de hoy examinemos diferentes versos de los que podemos aprender y aplicarlos a nuestras vidas. Aprendamos la forma en que el salmista se presentaba delante del Señor y así tendremos un modelo de oración, ya que a veces no tenemos palabras o no sabemos cómo entablar una charla con Dios. Recuerda que orar es hablar con Dios.

Este salmo comienza con un clamor pidiendo al Señor que su oración sea escuchada, ya que David se presentó con una actitud de alguien que ha estado practicando una vida justa.
Él estaba seguro que en ese momento en que elevaba la oración él no tenía nada de qué arrepentirse. Él estaba consciente de sus actos para hablar con Dios sin culpabilidades.
Él mismo sabía que él ha guardado incluso las palabras que salen de su boca porque también fallamos cuando hablamos más de la cuenta. Ayer aprendimos cómo Dios nos habla en las noches, y aquí David también hizo referencia de ese tiempo en la noche donde Dios nos corrige, y que también Él analiza nuestro caminar y lo que hay en nuestro corazón.
En el verso 5 David sabía que debemos estar concientes en caminar continuamente con el Señor porque si nos alejamos de Dios, la consecuencia es que resbalaremos. Si alguien que conoces tuvo un desliz espiritual y cayó en pecado, de seguro fue porque comenzó a desviarse de los principios bíblicos y los consejos basados en la Palabra de Dios. Nadie cae sin haber sido advertido con anticipación.
También quiero que notemos el clamor tierno de David, como un niño a su padre, pidiendo a Dios que lo guarde de los malos. David no confiaba en sus propias fuerzas, él imploraba al Todopoderoso para que lo proteja; en este verso 8 él le pidió protección a Dios de dos formas: que lo cuide así como uno protege sus propios ojos, y que lo esconda bajo sus alas, similar como un ave esconde a sus polluelos para darles abrigo y protección.
Por último, el salmista cerró este salmo con una palabra de esperanza diciéndole al Señor que su mayor anhelo es aquel día cuando esté ante su presencia. Ese debe ser nuestro anhelo continuo, siempre pensando en que tendremos la oportunidad de estar en la presencia de Dios y le veremos cara a cara porque seremos tal como Él es. La promesa de la resurrección y la vida eterna es algo grandioso, que nos ayuda a sobrepasar las pruebas del diario vivir.

Soy tu amigo y hermano Eduardo Rodríguez. Que el...