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ILUMINA, +oh, Emmanuel!, mis ojos del espíritu con la verdadera luz, para que no
permanezcan cerrados en un sueño que pudiera inducirme a tratar con injusticia a mis
amigos o enemigos, porque Jesús dijo:
Amar debéis a vuestros enemigos. + Oh, dulcísimo Jesús! consérvame, ayúdame,
sálvame. En tanto que el Señor esté conmigo no temeré la maldad de mis enemigos. +
Oh dulcísimo Jesús! que en solo pronunciar tu nombre toda rodilla se doble, tanto
celeste, como terrestre, como infernal, y que toda lengua publique que Nuestro Señor
Jesucristo goza de la gloria de su Padre. + Así sea.
Se perfectamente que tan pronto como invoque a! Señor, en cualquier día y hora en
que lo haga seré salvado en aquel mismo instante. Dulcísimo Señor Jesucristo, Hijo
amado del Gran Dios vivo, que has hecho tantos y tan grandes milagros por el poder
de tu preciosismo nombre, puesto que por El, y por su virtud, los demonios huyeron,
los ciegos recobraron la vista, los sordos oyeron, los cojos anduvieron, los mudos
hablaron, los leprosos se vieron limpios, los enfermos curaron y los muertos
resucitaron; porque tan pronto como se pronunciaba el dulce nombre de Jesús, todas
las tentaciones desaparecían, todas las disputas cesaban, todas las luchas entre el
mundo, el demonio y la carne quedaban extinguidas y señalase el ser lleno de todos
los bienes celestiales, porque cualquiera que invoque el Santo nombre de Dios será
salvo por los siglos de los siglos. + Así sea.
By Maricela SanchezILUMINA, +oh, Emmanuel!, mis ojos del espíritu con la verdadera luz, para que no
permanezcan cerrados en un sueño que pudiera inducirme a tratar con injusticia a mis
amigos o enemigos, porque Jesús dijo:
Amar debéis a vuestros enemigos. + Oh, dulcísimo Jesús! consérvame, ayúdame,
sálvame. En tanto que el Señor esté conmigo no temeré la maldad de mis enemigos. +
Oh dulcísimo Jesús! que en solo pronunciar tu nombre toda rodilla se doble, tanto
celeste, como terrestre, como infernal, y que toda lengua publique que Nuestro Señor
Jesucristo goza de la gloria de su Padre. + Así sea.
Se perfectamente que tan pronto como invoque a! Señor, en cualquier día y hora en
que lo haga seré salvado en aquel mismo instante. Dulcísimo Señor Jesucristo, Hijo
amado del Gran Dios vivo, que has hecho tantos y tan grandes milagros por el poder
de tu preciosismo nombre, puesto que por El, y por su virtud, los demonios huyeron,
los ciegos recobraron la vista, los sordos oyeron, los cojos anduvieron, los mudos
hablaron, los leprosos se vieron limpios, los enfermos curaron y los muertos
resucitaron; porque tan pronto como se pronunciaba el dulce nombre de Jesús, todas
las tentaciones desaparecían, todas las disputas cesaban, todas las luchas entre el
mundo, el demonio y la carne quedaban extinguidas y señalase el ser lleno de todos
los bienes celestiales, porque cualquiera que invoque el Santo nombre de Dios será
salvo por los siglos de los siglos. + Así sea.