Padre Santo Rey Eterno, gracias porque con la Cruz de Tu Hijo curas mi amor cuando está herido por el miedo al sufrimiento. A veces en mi soberbia me siento merecedor(a) de todo hasta el punto de exigirte y Tu no has cesado de colmarme de Tus gracias y hasta cumples mis caprichos; sin embargo, fácilmente me dejo engañar por el camino fácil que me ofrece la vida y me hago ciego y sordo a las necesidades de los demás. No quiero que mi corazón se convierta en una roca incapaz de corresponder a Tu Amor. Me creaste para resucitar y en Ti mi vida adquiere una dimensión eterna; necesito liberarme de mis egoísmos por medio de la fe, para desbordar un gozo y una paz que no puedan apagar las contrariedades de la vida. Tu conoces mis debilidades que obstaculizan mis esfuerzos de hacer el bien; ayúdame a poder amar y llevar mi vida creyente hasta el límite. Quiero asirme a Tud pies y adorarte a través de la comunión con mis hermanos. AménTarea: Has lo posible de estar en los lugares en donde Dios te indica. Siente más a menudo el don de saber que lo mejor de ti va vencer la muerte y va a resucitar.Padre David Estrada Cuéllar