Padre Santo Rey Eterno, mira mi alma que viene cansada por las preocupaciones de la vida; suaviza mi corazón, para recibirte y no reine en mi la oscuridad. Tu estás esperando un cambio en mi modo de vida, en mi pensamiento, en mi modo de obrar y en mis razones para vivir; cuento con tuTu Palabra, Tu Cuerpo y Tu Sangre. Estoy a Tu disposición, quiero hacer lo que me mandas; gracias por el tiempo que has tomado para entregar Tu Cuerpo a una muerte atroz en la Cruz tan solo para salvarme. Ante esta corta peregrinación de esta vida y ante la oscuridad de este mundo, concédeme ser una antorcha de fe que Tu enciendes cuando me relaciono; gracias, porque nunca te has cansado de amarme. Necesito un encuentro personal contigo porque me pierdo fácilmente; gracias, porque me rescatas de pensar demasiado en mí mismo, para tener precaución de todo lo que puede arrebatarme, dispersarme o distraerme de Tu voz. Quiero deleitarme con Tu dulce compañía y recorrer el camino que me señalas. Entrena mi espíritu, para que aprenda a verte y escucharte sobre todo cuando vengan los problemas. Amén.Tarea: Pregúntate si tu vida está anclada en Cristo. Revisa la actitudes de tu vida porque Dios en todo momento se acuerda de ti.Padre David Estrada Cuéllar.