Tras la Segunda Guerra Mundial, el fascismo, como movimiento político, fue demonizado y hoy el término al igual que “fascista” se utiliza de forma generalizada, sobre todo en la arena política, para señalar y descalificar a cualquier figura que tenga una actitud antidemocrática y discriminatoria. Pero, ¿es correcto usar este término en cualquier circunstancia? ¿Por qué hacemos uso y abuso de la palabra fascismo a nivel cotidiano? Para hablar de este tema invitamos en este episodio al ensayista argentino, Santiago Gerchunoff, profesor de Teoría Política en la Universidad Carlos III de España.