» No pido sólo por ellos, sino también por los que creerán en mí cuando escuchen su mensaje. Te pido que se mantengan unidos entre ellos, y que, así como tú y yo estamos unidos, también ellos se mantengan unidos a nosotros. Así la gente de este mundo creerá que tú me enviaste. (22-23) Yo les he dado a mis seguidores el mismo poder que tú me diste, con el propósito de que se mantengan unidos. Para eso deberán permanecer unidos a mí, como yo estoy unido a ti. Así la unidad entre ellos será perfecta, y los de este mundo entenderán que tú me enviaste, y que los amas tanto como me amas tú.
» Padre, los seguidores que tengo me los diste tú, y quiero que estén donde yo voy a estar, para que vean todo el poder que me has dado, pues me has amado desde antes de que existiera el mundo.
(Jua 17:20-24)
Hace 120 años atrás existían 3 denominaciones que ejercían sus ministerios de forma particular e individual. Cada una de esas iglesias tenían su manera de trabajar, su peculiaridad, y su gobierno de trabajo. Lagunas eran congregacional congregadas en el este de PR y otras con gobierno episcopal congregadas en el sur de PR.
Hace 89 años atrás, para tener una fecha exacta, el 31 de enero del 1931, en el Pueblo de Fajardo se realizó una asamblea con el siguiente propósito. Establecer una unidad de tres denominaciones con el propósito de trabajar los asuntos pertinentes a nuestro país. Una sola iglesia que testifique el llamado de unidad que la palabra nos invita.
Allí se invitaron diversas denominaciones que no voy a mencionar. Pero de todas las denominaciones solo tres decidieron dar el paso de fe y dejar de ser tres denominaciones distintas con sus nombres y sus sistemas de gobierno para formar una sola iglesia puertorriqueña, lo que se le llamo Iglesia Evangélica Unida de Puerto Rico.
Nuestras iglesias madres son las siguientes: Iglesia congregacional, iglesias hermanos unidos y la iglesia cristiana. Estas tres denominaciones dejaron atrás sus sistemas para formar uno. El slogan de esta campaña de unidad fue el siguiente: Para que todos sean uno… refiriéndose a el texto que acabamos de leer de Juan donde Jesús hace una oración al Padre pidiendo de todo corazón que sus discípulos comprendieran el poder que tiene el estar unidos y no separados.
Fíjese algo muy importante. Por años la historia nos muestra el problema que existe en trabajar con personas. Los seres humanos somos complejos. Cada cual tiene una forma de pensar y de como ejecutar y reaccionar ante las situaciones. Podemos tener la misma educación y crianza, pero ser tan distintos en todo.
Las iglesias en sus comienzos fueron perfectas hasta que llegaron los seres humanos. El mundo era perfecto hasta que llegamos nosotros. Es complicado, imagínese que el matrimonio era perfecto hasta que se comenzaron a casar personas. Mientras nadie se casaba se decía que el matrimonio era perfecto.
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