El sentido más profundo es: “Entonces conoceréis que yo soy Dios”. Entonces se darían cuenta de que Él no hacía nada por sí mismo, es decir, por Su propia autoridad. Más bien, él había venido al mundo como el Dependiente, diciendo sólo aquellas cosas que el Padre le había enseñado a decir. | Pr. Antonio Urrutia V.