¿Cuántas veces te has quejado de la mala calidad del servicio de internet en tu casa? ¿Del pésimo servicio técnico que tiene tu operador de cable? ¿De la pésima cobertura de tu celular? Bueno, pues a nosotros también nos pasa. Hace unos meses nos sentamos a rajar de este tema. Y rajar es el verbo adecuado.