¡El dinero es una prueba!
No esperemos ser bendecidos, si primero no hemos sido probados. De que sirve “tener dinero”, si tengo un corazón lleno de odio, un mal carácter que no permitirá soportar el sueño de Dios materializado y vida desordenada. ¿Por qué Dios está obligado a darme lo propio si con lo ajeno no fui fiel? “y si no son fieles con las cosas de otras personas, ¿por qué se les debería confiar lo que es de ustedes?” (Lucas 16:12).
Por eso es una constante prueba, si manejas un taxi que no es tuyo, si administras un negocio que no es tuyo, si atiendes un restaurante que no es tuyo: ¡Sé fiel, sé responsable y sé leal! Es solo una preparación para lo que Dios tiene para tu vida. Si no cambias tus pensamientos, no cambiarás tu vida.