Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, En cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, Cuando la lluvia llena los estanques.
Salmos 84:5-6 RVR1960
En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás; Líbrame en tu justicia. Inclina a mí tu oído, líbrame pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme. Porque tú eres mi roca y mi castillo; Por tu nombre me guiarás y me encaminarás. Sácame de la red que han escondido para mí, Pues tú eres mi refugio. En tu mano encomiendo mi espíritu; Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.
Salmos 31:1-5 RVR1960