Es irónico que San Pedro escribía en su segunda carta que San Pablo pudo ser difícil de entender. Porque en este breve pasaje de diez versos, San Pedro ha dejado en perplejos los grandes teólogos de toda la historia de la iglesia.
Es irónico que San Pedro escribía en su segunda carta que San Pablo pudo ser difícil de entender. Porque en este breve pasaje de diez versos, San Pedro ha dejado en perplejos los grandes teólogos de toda la historia de la iglesia.