
Sign up to save your podcasts
Or


Aunque no escuchemos un estruendo de fuerte viento y no traigamos llamas de fuego sobre nuestras cabezas, creemos y profesamos que el Espíritu Santo habita en nuestra vida, somos su casa, su templo, su santuario. Si lo dejamos actuar, desde dentro nos impulsa a ser mejores personas y mejores cristianos. No nos resistamos a su acción.
"Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida".
By Obispo de NogalesAunque no escuchemos un estruendo de fuerte viento y no traigamos llamas de fuego sobre nuestras cabezas, creemos y profesamos que el Espíritu Santo habita en nuestra vida, somos su casa, su templo, su santuario. Si lo dejamos actuar, desde dentro nos impulsa a ser mejores personas y mejores cristianos. No nos resistamos a su acción.
"Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida".