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Marcos 8:34-36
1. El llamado no es solo creer, sino seguir
Creer en Dios te vuelve cristiano; obedecer y seguir a Cristo te vuelve discípulo.
Santiago 1:22: “No se contenten solo con escuchar la palabra… llévenla a la práctica.”
2. La fe verdadera siempre produce transformación
La fe que solo se habla pero no se practica es fe incompleta.
Santiago 2:17: “La fe sin obras está muerta.”
3. Oír no es suficiente: hay que vivirlo
Muchos escuchan, pocos obedecen.
Lo que entra por los oídos debe bajar al corazón y luego moverse a las manos y los pies.
4. El discípulo busca ser como Cristo
La meta del discípulo es la imagen de Cristo, no simplemente la asistencia a la iglesia.
Romanos 8:29: “Para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo.”
5. La Palabra no transforma por ser oída, sino por ser aplicada
Sentarse en la casa del Señor no cambia a nadie.
Aplicar lo que escuchas te convierte en tierra fértil (Mateo 13).
6. El cristiano común se conforma; el discípulo avanza
El cristiano escucha y sale igual.
El discípulo escucha y sale diferente.
El cristiano busca comodidad;
El discípulo busca obediencia y carácter.
7. Vivir sin obediencia te deja en el grupo que Jesús llamó “oidores”
Jesús habló de dos casas:
Una se cayó porque solo escucharon.
La otra permaneció porque obedecieron.
Mateo 7:24–27: La diferencia no fue oír —fue hacer.
8. Cristo no busca multitudes; busca discípulos
Muchos lo siguen por costumbre.
Pocos lo siguen por compromiso.
Lucas 9:23: “Niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.”
By Casa de Oración Emmanuel5
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Marcos 8:34-36
1. El llamado no es solo creer, sino seguir
Creer en Dios te vuelve cristiano; obedecer y seguir a Cristo te vuelve discípulo.
Santiago 1:22: “No se contenten solo con escuchar la palabra… llévenla a la práctica.”
2. La fe verdadera siempre produce transformación
La fe que solo se habla pero no se practica es fe incompleta.
Santiago 2:17: “La fe sin obras está muerta.”
3. Oír no es suficiente: hay que vivirlo
Muchos escuchan, pocos obedecen.
Lo que entra por los oídos debe bajar al corazón y luego moverse a las manos y los pies.
4. El discípulo busca ser como Cristo
La meta del discípulo es la imagen de Cristo, no simplemente la asistencia a la iglesia.
Romanos 8:29: “Para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo.”
5. La Palabra no transforma por ser oída, sino por ser aplicada
Sentarse en la casa del Señor no cambia a nadie.
Aplicar lo que escuchas te convierte en tierra fértil (Mateo 13).
6. El cristiano común se conforma; el discípulo avanza
El cristiano escucha y sale igual.
El discípulo escucha y sale diferente.
El cristiano busca comodidad;
El discípulo busca obediencia y carácter.
7. Vivir sin obediencia te deja en el grupo que Jesús llamó “oidores”
Jesús habló de dos casas:
Una se cayó porque solo escucharon.
La otra permaneció porque obedecieron.
Mateo 7:24–27: La diferencia no fue oír —fue hacer.
8. Cristo no busca multitudes; busca discípulos
Muchos lo siguen por costumbre.
Pocos lo siguen por compromiso.
Lucas 9:23: “Niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.”