Son muchas las situaciones que logran movernos del centro. A través del perdón logramos que nuestra energía se vuelva a alinear y con ello hacemos que nuestro camino se haga no solamente menos forzado sino que la carga que llevamos se hace más liviana. Esos dos factores combinados, hacen que podamos prosperar desde una realidad más clara y tranquila.