Seguimos con el cuidado de la ropa y vamos a tratar algo temible para muchas personas o apasionante para otras: el planchado.
Lo primero que quiero decir es que el planchado tiene mucho que ver con la forma de lavar y secar la ropa.
Si nos hemos pasado de revoluciones en el centrifugado, si hemos puesto temperatura muy alta en el lavado o la ropa está seca excesivamente, nos costará mucho más quitar las arrugas.