Muchos son los amores que se viven acá; pero no redundaré en ello, no hablemos mucho, vamos a lo concreto, el amor de playa. En mí tiempo viviendo acá han sido varias las personas con las cuales he tenido más que una noche de pasión, lo normal. Pero solo con algunas cuantas realmente he llegado a sentir algo, conectar más allá del sudor provocado por una noche de baile y perreo.
Por eso hoy haré un manual breve de supervivencia para el amor playero y no caer en el guayabo, que ese con sancocho no se pasa.