Hoy desperté temprano con la inquietud en mi cabeza de ¿Qué hare hoy? Tengo muchas cosas que hacer, pero, no sé qué hacer. En teoría podrá hacer nada, esta playa es de esos lugares donde puedes hacer de todo y nada al mismo tiempo, y está bien; decidí ser feliz. Tome mi café y salí a ver el mar, a decirle buenos días, siempre es algo lindo que hacer. Estaba calmo, pocas olas poca corriente, el día un poco gris claro, estamos en días lluviosos, dije wow, no sé pero quiero estar dentro del agua un tiempo.
Desayuné, mire la situación en el hostal, hablé con un par de personas y en eso apareció mi compañero de hostal, Santiago, uno de los chicos de recepción. Le dije: ey, voy a buscar el Kayak al lado y vamos a navegar, me dijo: Ok. Está bien. Busque el kayak, entré la mar, estaba tranquilo, entre suavemente. Eran las 10 o 9 de la mañana, había gene en la playa, parchaditos, disfrutando.