El escritor de Hebreos nos muestra en el capítulo 11 y 12 que no estamos llamados a crear un camino que nadie haya recorrido antes. No estamos llamados a navegar por un camino solos sin tener por delante alguien a quien seguir. De hecho, el escritor dice ––estamos rodeados de una nube tan grande de testigos. Y no son solo espectadores, Tenemos una nube de aquellos que nos han precedido y que han terminado la carrera.

Podemos mirar a Abraham, Moisés, Noé y David. Podemos mirar las vidas de fieles misioneros que lo han dejado todo para llevar el mensaje de Cristo a lugares donde no se ha escuchado y mártires que creyeron que Jesús era mejor que la vida misma. Y podemos mirar el legado de familiares y amigos que se entregaron por el bien del evangelio.

Y el escritor dice que estamos llamados a vivir, amar y servir con pasión.

Hebreos fue un sermón para los cristianos que estaban siendo golpeados por la persecución y la presión por adaptarse al mundo que los rodeaba. Muchos capaz se habrían sentido desalentados y apáticos.

¡Y entonces el pastor detrás de la pluma de Hebreos buscó dar vida a estos hermanos recordándoles que no están solos!