La falta de merecer o no merecer está a la orden día, pero la mayoría de las veces, no somos conscientes de ello, y lo veo mucho con mis clientes y alumnas, creen que están bien, que no tienen bloqueos, y si embargo, no consiguen mejorar sus resultados, por lo cual, hay que ponerle atención a lo que no "vemos" pero está autosaboteando nuestro éxito.

Cuando trabajamos en alguien, en su desarrollo personal, evaluamos su autoestima, y podemos darnos cuenta lo que el no merecimiento esconde; por eso, es tan importante descubrir si estás viviéndolo, ya que el merecer, el creer que merezco, es la base de una autoestima balanceada. Además, es que esta, tiene dos pilares esenciales y son: la sensación de merecer y la competencia. La primera es el sentirte digna(o) o indigno de no de tener, o recibir algo, y la segunda, (la competencia) es la creencia de que puedes hacerlo, que eres competente y es tu capacidad, generada por tu autoconfianza.