POR QUE EL TEMPLO DE DIOS ES SANTO
SAN PABLO
ROSACRUCIAN FELLOWSHIP
LECCION DE FILOSOFIA
MARZO-ABRIL 1999
A través del contacto con Jesucristo, nuestra humanidad se pone en contacto con el Mundo de Dios. Cristo, el más alto Iniciado del Periodo Solar, funciona conscientemente en el Mundo del Espíritu de Vida, aunque también tiene el poder y el conocimiento para funcionar en un vehículo tan denso como el cuerpo de deseos. No puede descender más abajo, por carecer de experiencia en esas regiones.
Esta es la razón por la cual tuvo que utilizar el cuerpo físico y el cuerpo vital de Jesús de Nazareth para ponerse así en contacto directo con la oleada de vida humana actual.
Por medio de estos dos vehículos inferiores podia entonces funcionar en cuerpos correlacionados con los siete grandes Planos Cósmicos.
Personal e individualmente, El conocía el camino hacia Dios, el camino completo desde el Plano Físico hasta el Trono de Dios.
Es la combinación de Cristo y Jesús la que nos permite llegar al Trono de Dios. A esto es que se refirió Pablo cuando dijo: “Sólo hay un mediador entre Dios y el Hombre: Jesucristo.”
Cuando Pablo recibió su primer despertar en la vida cristiana, no conocía a ninguno de los discípulos de Jesús, aunque era un declarado enemigo de todo el que enseñara las verdades dadas por Jesús a los Gentiles. Saulo, quien luego se llamó Pablo, había liderado el movimiento que apedreó de muerte a Esteban.
No satisfecho con esta persecución, también generó el caos en la Iglesia y quería, una carta del sumo Sacerdote de la Sinagoga que le otorgara una mayor autoridad para perseguir a los Cristianos. Pero rumbo a Jerusalén, cuando llegó a Damasco, le ocurrió algo que es de vital importancia para todo Cristiano.
El fundamento mismo de la Iglesia, se basa en esta importante experiencia.
“Pero cuando ya se encontraba cerca de la ciudad de Damasco, una luz que venía del Cielo, brilló de repente a su alrededor.” Y Saulo cayó al suelo y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿porque me persigues?”
Saulo preguntó Quién eres, Señor!
La voz le contestó: “Yo soy Jesús, el mismo a quien estás persiguiendo”. Hechos: 9,3-5.
En unos pocos momentos y por medio de las palabras de alguien invisible, este enemigo declarado de Jesús y su más recalcitrante persecutor, fue convertido en un amigo.
Ocurrió un completo cambio desde la oscuridad espiritual de la intolerancia, hacía la maravillosa luz de unidad en Cristo.
Este es uno de los grandes milagros de la Biblia, porque gracias a este maravilloso cambio del brutal Saulo en Pablo, el compasivo amante de la humanidad, el hombre ha recibido una indecible guía espiritual.
FRATERNIDAD ROSACRUZ DE MEXICO
DOMINGO DE SERVICIO DEVOCIONAL DOMINICAL
EXPONENTE:
RAFAEL IÑIGUEZ HERRERA