A veces nos afanamos tanto por el futuro que olvidamos que Dios tiene el control de todo y aunque no hubiera un mañana sabremos que su presencia está con nosotros en todo momento
A veces nos afanamos tanto por el futuro que olvidamos que Dios tiene el control de todo y aunque no hubiera un mañana sabremos que su presencia está con nosotros en todo momento