¿Cuántas veces nos hemos planteado si servir a otros era un programa para tener en la vida? ¿Vale la pena tanto esfuerzo?, ¿Tanto dar y nadie me reconoce? La verdad que estoy muy ocupado con mis asuntos, delego esta tarea en alguien que tenga más vocación que yo. Esos cuestionamientos surgen cuando entendemos que el servicio es un sacrificio mientras que la palabra de Dios nos enseña que el Servicio es semejante a una fiesta. Resolvemos nuestros planteos y excusas para no servir cuando entendemos lo que significa servir y ser parte de ese reino, que es el reino de Dios.