La práctica de la coherencia cardiaca busca armonizar nuestros sistemas físico, mental y emocional, alcanzando un estado de bienestar psicológico, en el que los sistemas nervioso, cardiovascular, endocrino e inmune funcionan de forma coordinada y tranquila. Cultivar la coherencia cardíaca nos permite resonar de manera armónica, entrando en un estado de presencia y paz que puede ser muy beneficiosa para nosotros y para los que nos rodean.