Surge como un espacio para compartir ideas, pensamientos, planes, sentimientos y emociones con las personas que te rodean. Conversaciones donde deseamos llegar a las profundidades del alma y del corazón. Mientras que las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres, las buenas conversaciones edifican y proyectan a una generación para llegar al destino que Dios prepara para ellos.