Atended el consejo y sed sabios, y no lo menosprecies . Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas.
Atended el consejo y sed sabios, y no lo menosprecies . Bienaventurado el hombre que me escucha, velando a mis puertas cada día, Aguardando a los postes de mis puertas.