Una de las cosas que en los últimos años Microsoft había conseguido, era labrarse una imagen de empresa seria y sobria, y en muchos sentidos continuista, dónde los elementos disruptivos se quedaban en la periferia del corazón de sus negocios. Esta imagen trabajada a lo largo de los años, desde el cambio del logotipo de la empresa, ya había ido cambiado de forma mucho más rápida de lo que mucho podrían esperar.
En el podcast de hoy seguiremos hablando de dichos cambios, pero nos centraremos en lo ocurrido en las dos grandes conferencias que hace pocos días Microsoft ha clausurado, la Build y la Ignite, y trataremos de reflexionar sobre si más que cambios hablamos ya de revoluciones, porque el tsunami generado por la oleada de cambios en el ecosistema Windows ha dejado a más de uno todavía sin capacidad de reaccionar.