Sí, también nos dicen que si nos pegan en una mejilla debemos poner mansamente la otra. Y acá es donde hay que saber leer. Porque lo que no dicen, lo que queda librado a nuestra libertad, es cómo debemos actuar cuando se nos terminan las únicas dos mejillas que nos dio Dios.
Abelardo Castillo, El evangelio según van Hutten, Buenos Aires: Seix Barral, 2019